sábado, 28 de octubre de 2023

CRelato Rapunzel Grupo 6

 EN BUSCA DE PUNCEL

Había una vez dos hermanas gemelas que se llamaban Ana y Puncel, ambas eran rubias pero Ana tenía el pelo corto y Puncel siempre lo llevaba largo (1). Por lo demás eran totalmente iguales e inseparables: iban a clase juntas, jugaban en el mismo equipo de baloncesto, se vestían prácticamente igual y tenían los mismos gustos, de hecho, a ambas les encantaba comerse una manzana al llegar de clase. Su madre siempre bromeaba con prohibirles dicha fruta (2) porque decía que al final se les iba a poner cara de manzana. 

Un día Ana se puso mala y no pudo ir a clase, por lo que se quedó en casa viendo la televisión y esperando a que volviese su hermana, pero pasaban las horas y su hermana no volvía. Llegaron las cuatro de la tarde y Ana se comió su manzana, y al ver que la manzana de su hermana seguía en la encimera intacta, se empezó a poner nerviosa y le pidió a su padre que llamara al colegio para enterarse de que pasaba. Su padre, un ex policía jubilado, le restó importancia diciendo “ya volverá, no te preocupes” y siguió bebiendo cerveza. 

Ana decidió salir en búsqueda de su hermana, vivían en un pueblo muy pequeñito, y en el primer sitio en el que buscó fue en la tienda de chuches, pero allí no estaba. Luego fue al parque pero tampoco estaba y después fue a la casa de sus abuelos por si había ido allí a merendar, pero tampoco había ni rastro de su hermana. Empezó a pensar que habían secuestrado a su hermana (3)

Estaba anocheciendo y Ana, triste y desolada, siguió buscando. Las lágrimas (4) empapaban su cara y el cansancio era cada vez mayor. Pero, de repente, vió una luz al fondo de un callejón oscuro que despertó su curiosidad (5). No sabía qué podía ser esa luz, y aunque le daba un poco de miedo, se adentró en el callejón y se dirigió a ver qué era. Conforme se acercaba, fue descubriendo que la luz provenía de la lámpara de una viejecita que se asomaba por la ventana. Al verla, le preguntó: “Perdona, ¿no habrá visto usted a una niña rubia con el pelo largo por aquí? Es que se ha perdido y la estoy buscando”. La viejecita, llena de arrugas y con una verruga en la nariz que le daba un ligero aspecto a bruja (6), contestó: “Al echarla de menos estás buscando de más, busca en las dos torres (7) y la encontrarás”. Ana se quedó pensando porque al principio no entendía la respuesta de la viejecita, pero le dió varias vueltas y se dirigió al castillo abandonado de su pueblo, que era el único lugar en el que podía haber torres. 

Cuando llegó, escuchó gritos de “socorro” y vió a su hermana maniatada. Corriendo fue a desatarla y le dió un abrazo. Puncel le dijo que se dieran prisa que sino él iba a volver a por ellas, y en cuanto consiguió desatarla se fueron corriendo. Corrían y corrían sin parar, hasta que tuvieron que detenerse por cansancio. Allí Ana le preguntó a su hermana que qué había pasado, pero Puncel lloraba y jadeaba tanto que lo único que entendió es que alguien había abusado de ella, que no había conseguido verle la cara porque la llevaba tapada con un pasamontañas, y que aquel hombre le había hecho un tatuaje en la cintura del número 3. 

Su hermana le dió un abrazo tan fuerte que casi le rompe las costillas, y en mitad de ese abrazo, Puncel se dió cuenta que su hermana tenía un tatuaje del número 1 en el mismo sitio de la cintura. Al verlo, le preguntó: “¿Y eso? Me estás asustando Ana…”. Ana se echó a llorar y le confesó todo, le dijo a su hermana: “Desde hace mucho tiempo papá se mete en la cama conmigo cuando tú te duermes y me amenaza con darme una paliza si se lo cuento a alguien”. Puncel se desmayó al descubrir que ese hombre malvado era su padre. 

Cuando volvió a ser consciente, fueron corriendo a por la pistola que tenía guardada su padre en un baúl y después se dirigieron a las torres para vengarse. Unos cien metros antes de llegar, se encontraron a su padre desnudo dirigiéndose a las torres. Se acercaron a él y Puncel le apuntó y le gritó “¡Papá!”. Él se giró y, con una sonrisa que daba miedo, le dijo: “Venga, dispara, mátame de una vez. Pero aunque lo hagas no vas a acabar con esto”. Puncel no fue capaz de matarlo pero sí que lo fue de dispararle al pie. Seguidamente llamó a la policía para que lo arrestaran. Mientras esperaban la llegada del coche de la policía escucharon gritos que provenían del interior de las torres. Fueron corriendo y, cuando entraron, vieron a una niña idéntica a ellas llena de sangre y con un tatuaje del número 2 en la cintura.


REFERENCIAS EN EL RELATO:

1. PELO LARGO - Rapunzel 

2. FRUTO PROHIBIDO- Adán y Eva 

3. SECUESTRO 

4. LÁGRIMAS 

5. CURIOSIDAD POR LO DESCONOCIDO 

6. BRUJA

7. LAS DOS TORRES ( Proyecto cuentosparadormir) 


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Relato audiovisual Rapunzel grupo 9

 S e presenta el  relato audiovisual  diseñado por el grupo:   https://youtu.be/sH6p7mLm1o0?feature=shared