¿Os gustaría leer el relato que hemos creado en el que hemos incluido referencias de nuestra constelación literaria? Si es así... ¡Genial! Os presentamos Flotar en el vacío.
Flotar en el vacío
Las primeras veces saben a caos. Tienen ese sabor porque dentro de ti se mezclan infinidad de cosas. Dentro de ti se agita todo, los nervios se balancean como corchos en medio de olas de un mar embravecido y se quedan justo en la garganta, haciendo un nudo con todas esas emociones. Julián todavía no había llegado, así que me senté en uno de esos rústicos bancos de madera del paseo. Crucé mis piernas y me adentré una vez más en el mundo orwelliano con la distopía y su crítica al totalitarismo [1]. Me gustaba leer, así que la infinidad de libros que teníamos que leer para la asignatura de Lucanor [2], solo eran un par de libros más para mi lista de pendientes. Poco a poco, sentí como una sombra me quitaba la luz y las letras de mi historia se quedaban suspendidas en la oscuridad, así que alcé la cabeza y me encontré con él. Y fue una sensación extraña porque el nudo seguía ahí, pero también había desaparecido.
No sabía cómo romper el hielo, pero romperlo de verdad. ¿Cómo lo hacían en esas comedias románticas que no podía dejar de ver de madrugada con una tarrina de helado? De las grandes, por cierto. Y de chocolate. Fue él quién acabó rompiéndolo y me sentí aliviada.
— ¿Has visto el nuevo caso de Annalise Keating [3]?
— No… Soy más de Kuzco el Emperador [4] — ambos nos reímos. — ¡Claro! Después de tanto… Tenía que saber cómo acababa.
Por alguna razón y sin saber por qué, algunas de las palabras se me quedaban suspendidas en el aire. Debatimos hasta la puerta del museo sobre su final y, sin ninguna conclusión convincente, entramos. Ya nadie tiene citas en los museos y mucho menos primeras citas. Me sorprendió escuchar esa canción y la tarareé para mis adentros conforme sonaba. We don't need no education, we don’t need no thought control. No dark sarcasm in the classroom… [5] en el vestíbulo y ambos nos miramos. Quizá porque no nos lo esperábamos. Fue un contraste grande, la música del recibidor y el silencio de las siguientes cien salas que visitamos. Después de admirar aquella obra de un hombre con un bombín y una manzana ocultándole el rostro [6], llegamos a la sala cuarenta y cinco, y no sabía donde mirar. ¿Dónde estaba la obra? Olvidé la presencia de Julián y fingí deambular por la sala, esperando encontrar el pequeño letrero de “Obra en restauración”. Sin embargo, extendió su brazo y agarró mi mano.
— Júlia, ¿a dónde vas?
— A buscar el letrero de la obra. Como no está, me gustaría saber al menos cómo se llama. Nos la hemos perdido.
— Pero, ¿qué dices? Anda, la tienes justo enfrente de ti.
— ¿Aquí? — y fijé las pupilas en la punta de mi nariz porque seguía sin ver ninguna obra.
— No, aquí — giró suavemente mi barbilla un par de grados a la derecha y, finalmente, pude leerlo: Io Sono. — Io Sono[7]. Es increíble… Si te fijas bien, puedes ver todo lo que expresa, justo en esos dos puntos marrones. — Dijo convencido. — ¿Los ves? ¿No te transmiten paz? A mí me hacen sentir como si estuviera flotando.
— Sí… Es como si flotaras… En el vacío— le dediqué una sonrisa ligera.
Pasé el resto de la visita pensando en que quizá no entendía tanto de arte como pensaba. En que quizá esa primera cita en el museo no fue tan buena idea como creía. La visita no tardó en acabarse y, al salir, ya no sonaba esa canción de Pink Floyd [8].
— Julián, yo no he visto nada en esa sala.
— Ni yo — ambos nos reímos y se llevó una mano a la nuca. — Pero los dos puntos marrones siguen transmitiéndome paz.
No lo dijo mirando a esa obra invisible, sino mirándome a mí. Y seguí flotando, pero ya no flotaba en el vacío.
[1] Inferencia la obra 1984 (Orwell, 1949).
[2] Inferencia al personaje Don Lucanor, protagonista de la obra El conde Lucanor (Don Juan Manuel, 1335).
[3] Personaje protagonista de la serie de televisión: How to Get Away with Murder
[4] Personaje protagonista de la serie televisiva Kuzco: El emperador (Dindal, 2000).
[5] Frase de la canción Another brick in the wall (Pink Floid, 1979).
[6] Pintura El hijo del hombre (Magritte, 1964).
[7] Escultura Io Sono (Garau, 2020).
[8] Autor y cantante de la canción Another brick in the wall (Pink Floid, 1979).
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