CRelato, 11Rapunzel, VMiras

 

En el reino de Muy Muy Lejano [1], unos hermanos llamados Grimm caminaban por el bosque muy preocupados. Tras su éxito con la creación de Rapunzel, habían pasado de ser unos escritores de renombre a unos padres desaliñados, que ni siquiera se lavaban el pelo, y para colmo, sin ideas se habían quedado por el estrés acumulado.

La presión por sacar un próximo Best Seller cada vez era mayor según pasaban los días, semanas, meses y no se les venía nada nuevo a la mente. Pero aquel día que caminaban por el bosque, todo cambiaría para ellos cuando un duende encorvado, maloliente y chepado, llamado Rumpelstiltskin [2], les ofreciera un trato. Si le daban a la pequeña Rapunzel de cabellos dorados, a cambio él les escribiría el próximo libro que les haría triunfar y volver a lo más alto. Al principio, los hermanos Grimm no quisieron aceptarlo, pero el trato que les ofrecía era una oportunidad que no podían dejar escapar, y muy apenados, terminaron aceptando.

Con la pequeña Rapunzel en sus manos, Rumpelstiltskin ahora podía convertir la paja en oro gracias al cabello dorado. De esta forma, seguía chantajeando y consiguiendo tratos mejor valorados. Sin embargo, su suerte cambiaría cuando la vecina descubriera todo lo que estaba tramando, pues el duendecillo se había hecho conocido allí en el poblado. Aprovechando una de las siestas en las que el duende se quedaba despanzurrado, durmiendo tres horas seguidas, roncando, la mujer de las sombras apareció y a Rapunzel le robó.  Pensando que de aquella forma la protegería, la encerró en la torre del Castillo de Trendelburg [3] y fue su única compañía.

Los días pasaron y Rapunzel creció, como no tenía ni idea de la vida, nunca le surgían dudas existenciales sobre si era una emo rubia o una gamer que no se duchaba porque nunca tenía que salir de donde estaba encerrada. Su madrastra tampoco le hablaba mucho de la vida en el exterior, así que la joven únicamente se dedicó a pintar con los plastidecores, jugar a juegos de mesa como el Tangled [4] y pasar dieciocho horas seguidas con la Nintendo Switch jugando al Kingdom Hearts III [5] hasta la hora de dormir. 

Desde la torre Rapunzel no era consciente de que su juventud se marchitaba como las rosas del jardín, que cada día, desde allí miraba. Hasta que decidió ir a la biblioteca y por casualidad, entre las páginas de un libro, el Collige virgo rosas [6], le hizo abrir los ojos y querer irse a disfrutar.

No lo pensó y de la torre se escapó.

Corrió y corrió, y muchos matojos saltó.

Atravesó montañas, bosques y, de tanto arrastrar sus pelos, por el camino piojos cogió hasta que a la ciudad llegó. Caminando por allí, se dio cuenta de que algo no iba bien cuando su cabeza no podía dejar de rascar. Estaba perdida y desorientada, pero lo último que esperaba encontrar, era un pescado pelirrojo que la llamaba por su nombre desde una fuente con agua de mar.

-        Rapunzel, Rapunzel, ¿eres tú?

Si Rapunzel hubiera tenido Tik Tok, sabría que esa era la Sirenita [7]; también que podría haber bailado la Shakira, pero no tenía ni idea de memes o redes sociales porque le faltaba calle. Así que se limitó a preguntarle sobre cómo había conseguido ese pelo sacado de un anuncio de Pantene y la Sirenita le recomendó la peluquería de Eduardo Manostijeras situada a la vuelta de la calle.

Cuando la joven entró, el peluquero no podía creerlo, desenfundó sus tijeras y gritó:

-        ¡Rapunzel con piojos! [8] ¡Te voy a cortar el pelo como a Sansón! [9]

Y Rapunzel se cortó la melena [10]. Al ver que le habían hecho un corte estilo cabeza de cebolla, lloró y lloró hasta que el Príncipe encantador, la consoló. Un nuevo plan de convertirse en los futuros reyes de Muy Muy Lejano le rebeló. Tal vez eso fue lo que más la animó. Visitaron a la Sirenita, pues con su canto hipnotizarían al pueblo ogro y de esta forma los coronarían. Sin embargo, lo que el príncipe, ahora convertido en rey, no se esperaba, es que Rapunzel se volviera malvada y en las mazmorras lo encerrara, hasta que secretamente él se escapara.

Corrió y corrió, y tras muchos kilómetros, a los hermanos Grimm, encontró.

La única forma de romper el hechizo y desterrar a Rapunzel de Muy Muy Lejano, era reescribiendo su final y enviándola al mundo de Muy Muy Real. Y así fue, los ogros del encanto despertaron y revueltas por descontento iniciaron. Dramáticamente, Rapunzel huyó del reino, no lo pudo hacer ondeando su melena al viento, pero sí dejando caer su corona al suelo.

Caminando por ese nuevo mundo, mientras reflexionaba sobre qué había hecho mal para merecerse ese trágico final, en un escaparate de una tienda de juguetes, encontró una muñeca que era idéntica a ella de cabeza a los pies. Como no podía creerlo, a la dueña de la tienda fue a preguntar y su respuesta no la pudo alegrar más. Resultaba que en Muy Muy Real también existía un lugar para las princesas fracasadas y sin hogar. Nuevamente, hizo algo sin pensar y hacia Disneyland [11] se decidió a llegar. Una vez allí no tardaron en darle el personaje de Rapunzel, durante un tiempo todo fue bien, era feliz haciendo su papel. Pero de su vida en Muy Muy Lejano no se podía olvidar y como siempre estaba rodeada de personas, pero se sentía muy sola, aprovechaba cada oportunidad para contar su historia.

-        Érase una vez, en el reino de Muy Muy Lejano…

Cómo sigue su historia, ya te lo he contado.

REFERENCIAS UTILIZADAS EN EL RELATO

[1]Adamson, A., Asbury, K. y Vernon, C. (Directores). (2004). Shrek 2 [Película]. DreamWorks Animation. 

[2] Grimm, J. y Grimm, W. (1992). El enano Saltarín. Puffin. Editado por P O. Zelinsky 

[3]. Los viajes de Claudia. (24 de octubre de 2013). Castillo de Trendelburg: la Torre de Rapunzel está en Alemania

[4] Hasbro Gaming. (2013). Disney Princess Pop-Up Magic Tangled Game. [Juego mesa].

[5] Nomura, T. (2019). Kingdom Hearts III. [Videojuego]. 

[6] De la Vega, G. (1533-1536). Soneto XXIII. 

[7]Andersen, H.C. (1837). La Sirenita. Ignác Leopold Kober.

[8]El Hematocrítico. (2019). Rapunzel con piojos. Anaya. 

[9]Philippe Abadie. (2005). El libro de los Jueces. Verbo Divino. 

[10]Mora, A. (2010). Y Rapunzel se cortó la melena. Edebé.

[11]Anger, A. (s.f.). Torre de Rapunzel en Disneyland [Fotografía]. Pinterest