RELATO LITERARIO - ALICIA
Érase una vez una niña a la que le encantaba el dulce, llamada Alicia. El inconveniente que Alicia sufría procedía por comer dulce ya que cada vez que lo comía su cuerpo se hacía más y más grande. Para poder volver a la normalidad, su padre, que era un brujo de los buenos, llamado Juan, le lanzaba un hechizo con su varita mágica para que recuperara su tamaño original. Una cosa extraña ocurría en el proceso: el pelo de la niña no disminuía y se le quedaba larguísimo aunque gracias a la ayuda de su padre Alicia podía comer cada vez más dulce. Su padre estaba desesperado, tenía que estar todo el rato utilizando su magia para que su hija volviese a la normalidad.
Un día que iban a comer juntos, su padre se fue un momento a la cocina para coger una especia para su comida. Alicia vio unas verduras en el plato de su padre, cogió una y se la tragó de un bocado, sin masticarla porque era muy pequeña. Le encantó, no había probado un sabor igual. No era dulce pero estaba sabrosa. Eran habichuelas. De repente se sintió rara. Empezó a hacerse más y más pequeña, hasta que fue diminuta. Se miró y se dio cuenta de que su piel era verde como el increíble Hulk pero no era tan fuerte como él, simplemente pequeña como Ant-Man.
Se encontraba en el suelo y había alguien muy grande delante de ella, su conejo. El conejo sacó la lengua y se relamió. Se veía que tenía hambre y que ella iba a ser su comida.
¡NOOOOOOOOOO! ¡Soy yo, Alicia! ¡No me comas!
Su voz era casi inaudible. Daba igual todo lo que chillase. El conejo se abalanzó sobre ella pero consiguió esquivarlo y comenzó a correr. Salió fuera de la casa, ya que la puerta corredera que daba lugar al patio estaba abierta.
Tengo que comer dulce - pensó Alicia - .Tengo que hacerme grande y rápido o el conejo me comerá.
El conejo la perseguía. Oía como maullaba detrás de ella. Lo bueno que tenía al ser pequeñita es que era muy rápida, para lo pequeñita que era. El conejo era un poquito más lento y por eso no la pillaba.
Alicia siguió corriendo y corriendo. Vio a lo lejos una tienda de dulces. ¡Su salvación! Tenía que llegar allí, entrar y comer dulce. Tenía que hacerse grande ya. Consiguió llegar a la tienda y tuvo la suerte de que había una señora que estaba saliendo justo en ese momento para poder así entrar en la tienda. El conejo también entró y alarmó a la señora y al dueño. El dueño sacó la escoba para poder echar al conejo. Ella aprovechó ese momento para subir por el mostrador y poder llegar hasta los dulces. Se fijó en una magdalena de chocolate y a por ella que fue. Le dio un pequeño mordisquito y empezó a crecer. Siguió comiendo y comiendo y comiendo y se la comió entera, destrozando con su crecimiento el mostrador.
El dueño se volvió con el ruido y la vio allí subida. Empezó a chillarle. Ella no entendía ninguna palabra. Salió de allí como pudo, escuchando de fondo al dueño que seguía gritándole.
Cuando llegó a casa el conejo le estaba esperando en la entrada. Entró por la puerta y le contó a su padre lo que le había pasado. Su padre fue a la tienda para pagarle al dueño por los destrozos de su hija pero se alegró de que ya no tuviera que hechizarla para devolverla a la normalidad. Ahora sabía que solo tendría que darle un poquito de verdura.
INTERTEXTUALIDAD
La niña se llama Alicia: Alicia en el país de las maravillas.
El padre de la niña se llama Juan: Juan y las habichuelas mágicas.
Crecimiento excesivo del pelo de Alicia: Rapunzel.
Alicia se hace grande al comer dulce: Núcleo temático del crecimiento.
El padre de Alicia es mago: Harry Potter.
Habichuela que se come Alicia que resulta ser mágica: Juan y las habichuelas mágicas.
Alicia se hace pequeña al comerse la habichuela mágica: Arthur y los minimoys.
La piel de Alicia es verde por la ingesta de la habichuela: El increíble Hulk.
El conejo que persigue a Alicia: Alicia en el país de las maravillas, en este caso es Alicia quien persigue al conejo.
Importancia de las verduras: Juan y las habichuelas mágicas.
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