RELATO LITERARIO
ALTAÏR Y TOKIO SHEREZADE: LA REBELIÓN POR LA JUSTICIA
En un pueblo muy lejano, habitaba un joven hombre llamado Altaïr, que provenía de una clase social baja y que trabajaba mucho para poder sobrevivir. Al lado del poblado, se encontraba el Reino de Tormes en el cual vivía y gobernaba la llamada Reina de Corazones, quien siempre tenía en boca la frase: “¡todo esto es mío!”, pues era bastante avariciosa, ya que su reino era el más prestigioso y el que más recursos económicos tenía.
Un día cualquiera, Tokio Sherezade, fue a casa de su vecino y amigo Altaïr a contarle que había logrado identificar dónde se encontraban las riquezas del Reino de Tormes. Altaïr, tras replantearse qué debería hacer, decidió actuar para acabar con esa división de poder injusta entre los habitantes de su pueblo y el resto de los habitantes de otros reinos. Entonces, Altaïr y Tokio Sherezade cogieron provisiones y se dirigieron hacia allí.
De camino, pasaron por un lago donde se encontraba la ninfa llamada Morgana, a quien le pidieron un consejo sobre cómo acabar con el reino y también, le solicitaron algunas armas. Morgana aceptó y, aunque les proveyó con un hacha, les dijo que lo más útil en esa situación era que usaran su ingenio para derrotar a la Reina. Más tarde, llegando al escondite secreto, se encontraron al guardia Dahmer, conocido por descuartizar a todo aquel que intentase colarse en el reino. Para vencer al guardia, aprovecharon un momento en el que estaba distraído para pegar fuego a una rama, y lanzársela para quemarle. De esta manera, consiguieron entrar al reino y al lugar donde se encontraba la caja fuerte.
Al principio, los amigos no sabían cómo abrir la caja, hasta que a Tokio Sherezade se le ocurrió romperla con el hacha que Morgana le dio y, sorprendentemente… funcionó. Entonces, entraron a la sala y quedaron asombrados por todas las riquezas que encontraron. Pero, en realidad, lo que más llamó su atención fue una caja que brillaba más que todo lo demás. Se acercaron a ella e intentaron abrirla usando de nuevo el hacha. Pero esta vez no funcionó. Ambos, se quedaron un rato pensando hasta que Tokio Sherezade se acordó del consejo que le había dado la ninfa Morgana. Entonces, Tokio Sherezade empezó a pensar, y de momento, se le ocurrió decir “¡ábrete sésamo!. Y la caja se abrió.
Ante ellos apareció la Daga del Tiempo, un objeto que podría ayudarles a defender su pueblo. Así que, cogieron la daga, parte del oro, y volvieron a sus casas. Cuando llegaron, decidieron que lo más justo era repartir el dinero entre los pueblos más pobres. Por lo que, juntos, consiguieron arruinar a la Reina de Corazones y lograron terminar con la pobreza en los demás reinos.
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