El relato literario que hemos hecho acerca de nuestra constelación sobre Los siete cabritillos es el siguiente:
EL ROBO DEL AÑO
Érase una vez, una gran familia apellidada Grimm. La madre, Paula, era una pirata famosa en todo el mundo por haber vivido cientos de aventuras en todos los rincones del planeta. Siempre tenía historias que contar, como aquella vez que su frente quedó marcada para siempre. Paula tuvo siete pequeños hijos, los hermanos Grimm, a quienes decidió llamar como las notas musicales. Cuando crecieron, se dedicaban a surcar los mares como su madre había hecho, siempre en busca de nuevas aventuras e historias.
A lo largo de los años, la familia Grimm forjó una eterna enemistad con el mayor monstruo que vivía en las aguas, el lobo de los mares. A este monstruo le caracterizaba cumplir con todo posible mal que habitaba la tierra: soberbia, avaricia, ira, lujuria, gula, envidia y pereza. Un día, llegó a los hermanos Grimm la noticia de que el lobo de los mares, movido por el deseo de causar sufrimiento, había atacado a un amigo de la familia, Índigo, el mayor coleccionista de arte del mundo, robando dos de sus más famosas obras: Las tres edades de la mujer y Recién salido del mar.
Movidos por el deseo de venganza, los famosos piratas salieron en busca de su enemigo, dispuestos a navegar los 7 mares hasta encontrarlo. Así, recorrieron cada rincón, pasando por Alemania, Dinamarca, Inglaterra, Francia y muchos países más.
Así, un 3 de mayo, cuando empezaron a pensar que sería imposible encontrar a su enemigo, comenzaron a ver a lo lejos un enorme barco. Sobre su costado se divisaban las letras PERDIDA, y al instante reconocieron que aquella embarcación pertenecía al lobo de los mares. En ese momento, decidieron acercarse para, en primer lugar, exigirle que devolviera las obras a su amigo y prohibirle que continuara robando, pero el gran lobo no hizo más que reírse de sus sugerencias. Pero entonces, cuando los Grimm se dieron la vuelta, su enemigo lanzó grandes cañones contra su barco, y este empezó a llenarse de agua en cuestión de segundos. Los Grimm se defendieron, y comenzó así una enorme batalla que duraría horas, donde ambos bandos sacaron todo el arsenal con el que contaban intentando hundir el barco del oponente. Desesperados, el mayor de los Grimm se dio cuenta de que no podrían ganar la batalla sin sacar su gran arma. Un martillo que heredaron de sus ancestros, escondido bajo 7 cerraduras distintas, ya que su poder iba más allá de cualquier imaginable en la Tierra. Do comenzó entonces a hacerlo girar y girar, alcanzando toda la fuerza posible y apuntando hacia la embarcación del lobo. Cuando este vio el arma la reconoció al instante, ya que habían muchas leyendas sobre ella. Entonces se dio cuenta de que nada podría hacer con ella, y decidió huir a través de su mayor escondite. En el almacén de su nave, bajo todas las obras de arte cubiertas ahora del polvo de los misiles, se hallaba una puerta. Su madera era vieja, pero su aspecto era fuerte. Cogió sus obras más preciadas y la atravesó. Por arte de magia, el lobo desapareció del lugar.
Los piratas Grimm, decepcionados, no supieron qué hacer ni entendían lo que había ocurrido. Regresaron entonces a su hogar, en busca del consuelo de su madre. Allí, Paula, abrazó a sus hijos, y le explicaron que no podrían solucionar todas las injusticias que vieran. Los Grimm no lo comprendieron, pero seguían tristes por el suceso. Entonces, Paula, que confiaba plenamente en las capacidades de sus hijos, decidió darles una pequeña ayuda. Fue a su dormitorio, donde escondía un espejo mágico, el cual sabía todos los secretos del mundo. Le preguntó entonces por el paradero del lobo de los mares, y este desveló que se encontraba en un pequeño pueblo español.
Los hermanos, dispuestos a recuperar las obras y hacer justicia para su amigo, decidieron ir en búsqueda del gran lobo. Una vez allí, encontraron a su enemigo durmiendo bajo un árbol. Tras un momento reflexionando, y conociendo el gran poder del lobo, decidieron que sería mejor utilizar su intelecto para vencerle, por lo que, tras sumirle en un sueño profundo con una poción que su madre les había dado, le abrieron la barriga y la llenaron de las piedras más pesadas que encontraron. Cuando el lobo despertó no supo de dónde venía aquella sed que le secaba su gran boca. Entonces se acercó a las orillas del afluente que cruzaba el pueblo, el bello río Tormes. Una vez allí, el lobo empujado por el peso de su barriga, cayó al agua, hundiéndose poco a poco, sin ser capaz de nadar, hasta que murió.
Los Grimm pudieron recuperar las obras y devolvérselas a su amigo. Cuando volvieron a casa, y se reunieron con su madre, esta les regaló algo que les escribió mientras sus hijos luchaban por la justicia que deseaban para todos, que decía:
Sangre mía, adelante,
no retrocedas.
La luz rueda en el mundo,
mientras tú ruedas.
Todo te mueve,
universo de un cuerpo
dorado y leve.
1. Los hermanos Grimm
2. Libro de Isabel Allende
3. Harry Potter
4. Número 7
5. El lobo de los siete cabritillos
6. Los 7 pecados capitales
7. Canción de Camilo y Evaluna
8. Cuadro de Gustav Klimt
9, Cuadro de Joaquín Sorolla
10. Una de las temáticas principales de Los 7 cabritillos
11. Número 7
12. Cuadro 3 de mayo en Madrid, de Francisco de Goya
13. Perdida, de Gillian Flynn
14. El martillo de Thor
15. Número 7
16. El espejo mágico de Blancanieves
17. El Lazarillo de Tormes
18. Con dos años, dos flores de Miguel Hernández
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